El tiempo cambia de sentido

En el hospital, viví la fragilidad del tiempo, me ayudó a entender que mi paso por el mundo esta limitado...

Al iniciar el primer internamiento en el hospital para comenzar con mi tratamiento de quimioterapia, me di cuenta que el mundo, más bien el mío cambiaba de manera irremediable, no alcanzaba a comprender, era demasiado lo que sucedía en vida en esos momentos.

El tiempo adquiría otro sentido, incluso se perdía, se trastornaba todo, un día tienes una rutina, ir a la escuela, trabajar, cuidar de tus hijos, ir al gimnasio, ver a tus amigos, en fin… cualquiera que sean tus actividades, sin duda cambian. Lo que un día era importante, deja de serlo o adquiere otro significado, en el hospital es como estar detenida en el tiempo, no necesitas reloj, no tienes que llegar a ninguna cita, a clases o a un trabajo, porque no hay prisa, no tienes que correr para alcanzar a alguien que te espera. Lo único que tienes que hacer, es estar ahí, no tienes otra opción, el tiempo se pierde, es como si ya no existiera.

A veces dejas de sentir el pasar de las horas, su velocidad, pero en otras ocasiones sientes el tiempo con todo su peso, su rigor, lo sientes lentamente, a cuenta gotas, e incluso piensas que has perdido todo el tiempo disponible que hay en el mundo. Que se te acaba y quieres más para recuperar lo que estás perdiendo detenida ahí.

Aunque, en otras ocasiones el tiempo era relevante, pero en otro aspecto, al pasar los días en la angustia e incertidumbre quería saber ¿cuánto tiempo estaría ahí?, ¿cuántos días serían de tratamiento?, ¿cuánto duraría todo este proceso? Y desafortunadamente, al menos en mis caso, no tenía todas las respuestas.

En el hospital, viví la fragilidad del tiempo, me ayudó a entender que mi paso por el mundo esta limitado, lo sabía claro, sabes que algún día dejarás de existir es la naturaleza, pero de alguna manera en el internamiento o mis internamientos lo sentí a flor de piel, de alguna forma la vida se encargó de dejármelo más claro.

En fin dicen que el tiempo y la paciencia son muy poderosos, en lo personal creo que sí, en este proceso de internamientos aprendí a vivir el día a día, no tenía la certeza de lo que pasaría, tuve que ser paciente para esperar cada resultado de estudio de sangre y tener la esperanza que saliera bien, tuve que dejar que el tiempo siguiera su curso no podía controlarlo por más que quisiera, simplemente no estaba en mis manos. Entonces, sí por primera vez en mi vida… el tiempo era diferente.

 

Por: MAC

 

 

miriam arteaga