El indeseable diagnóstico

“Me doy cuenta que tenemos un comienzo, y un fin, que debemos estar preparados mentalmente para desapegarnos físicamente de las personas “…

Supongo que esta de más decir que para mí todo esto es nuevo, mi mamá fue diagnosticada con cáncer de mama, y trato de pensar que así son las cosas en la vida, que hay cosas nuevas de las que aprendemos de formas buenas, no tan buenas, y malas.

El tener muy cerca a un ser amado que esta pasando por un cáncer de mama, para mí a los 43 años significa el comienzo de un aprendizaje nuevo, como tratar de conocer más sobre el tema, buscar investigaciones, escuchar opiniones de personas que a veces son buenas y otras que no quieres oír.

Esta etapa de la enfermedad de mi mamá que ya es una persona mayor, 80 años, me ha abierto una nueva ventana en mi manera de pensar, en la que me doy cuenta que tenemos un comienzo, y un fin, que debemos estar preparados mentalmente para desapegarnos físicamente de las personas, a no ser egoístas y no solo pensar en el bienestar de uno mismo, sino a ayudar a nuestro ser amado a concluir con la mayor calidad posible su vida y ayudarle a su propósito de vida.

Muchas cosas nuevas han surgido en esta etapa, como la económica, en la que soy el único pilar de la familia por lo que he tenido que afrontar el tratamiento de mi mamá con mis ahorros, lo que me ha traído tensiones como un malestar en la espalda baja, que no se quita desde que empezó todo esto.  Ha sido pesado el ir con los médicos desde sospecha de su posible cáncer, luego vino la confirmación, el inicio de su tratamiento, su operación, la quimio todo ha sido muy rápido, me ha costado trabajo asimilarlo, miles de pensamientos rondan por mi cabeza.

 Lo que siento que me ha ayudado mucho ha estar más tranquilo, es pensar que hay casos peores, lo mismo que habrá casos más triviales. Para ambos, hay soluciones. Y en mi caso, lo que espero que pase es lo mejor.

 

Alejandro B.

Hijo de madre con cáncer de mama

miriam arteaga